Maridaje con Té: La guía más completa.

¿Sólo con platos dulces o también salados? ¿Alguna vez te preguntaste qué alimentos se utilizan para el maridaje con Té? ¿Crees que el té es una bebida que sólo se acompaña con postres? Te sorprendería saber que el té es una bebida tan versátil que también combina perfectamente con comidas saladas. Si quieres saber cómo lograr un perfecto maridaje con té sigue leyendo…

Empecemos por entender cuál es el significado de maridaje. En gastronomía, el maridaje es la unión perfecta entre los alimentos y la bebida que los acompaña potenciando sus sabores y aromas. En el caso del maridaje con té es lo mismo, la idea es que se complementen y puedan mejorar la apreciación sensorial de ambos.

Aunque el concepto del maridaje se asocia comúnmente con el vino, su definición se ha hecho extensiva a otros productos tales como el té.

En países orientales con una cultura milenaria del té, éste se toma con todos los platos, ya sea arroz, carne, pescado, etc.

Siempre hay que evitar combinaciones de sabores y aromas que se anulen mutuamente.

Silvia, sommelier de Té de Make Tea.

El té es una bebida milenaria que, por su origen (terroir) y diversos procesos de elaboración, evoca, como el vino, una gran riqueza de matices aromáticos y gustativos.

Es pues un error pensar que el té sólo se puede combinar con postres. Las variaciones en nariz y boca que presenta, nos permiten también conjugarlo con platos salados e, incluso, utilizarlo como ingrediente de muchas recetas.

Lo más importante es que los sabores de ambos se enaltezcan y no se opaquen. El mejor maridaje es cuando tanto el té como la comida saben mejor porque están juntos.

Existen tés con notas florales, notas frutales, amaderados, herbáceos, con notas marinas, dulces, astringentes, terrosos, ligeros, con cuerpo, largos en boca, frescos, complejos, estructurados, sutiles, vivos, etc. Cuando se escoja uno, se debe tener en cuenta lo que sus cualidades otorgan a la comida y viceversa. Por ejemplo, un té ahumado no va muy bien con sabores dulces, ya que éstos resaltarían el amargor del té. En cambio, un té negro de India, como un Darjeeling con notas frutales, combina de maravillas con postres dulces, pastelería o cualquier comida que deje un sabor residual en la boca, gracias a sus taninos que “limpian” el paladar y permiten que cada bocado se sienta como el primero.

En realidad este es, como el té mismo, un mundo muy grande. Lo descubriremos con la experiencia, probando combinaciones, rompiendo reglas y disfrutando del proceso. De eso se trata. ¡De disfrutar!

Vamos a ver algunas combinaciones:

  • El té blanco por su sutileza queda bien con postres, y en general con cosas más livianas como el arroz. Particularmente preferimos no maridar ese tipo de tés justamente por su delicadeza.